Carencia
Hay días en que soy como las cáscaras de un árbol
milenario: no tengo otra cosa que el dolor...
Pero no es el dolor sino el ansia de la fuga.
O el ansia de ser como los rayos de luna
que caen sobre las cosas para embellecerlas
y dotarlas de una mejor suavidad.
Yo quisiera que alguna carencia de mí mismo
pudiera ser tan ligera como mis pensamientos.
Y que mis pensamientos pudieran ser
visibles como las rocas y los árboles,
que lo que tanto anhelo ya no me haga tan seguro
de las cosas que se mezclan para deshacerse
que mi deseo no me haga sentir tan desdichado.
20 de Agosto de 2006
milenario: no tengo otra cosa que el dolor...
Pero no es el dolor sino el ansia de la fuga.
O el ansia de ser como los rayos de luna
que caen sobre las cosas para embellecerlas
y dotarlas de una mejor suavidad.
Yo quisiera que alguna carencia de mí mismo
pudiera ser tan ligera como mis pensamientos.
Y que mis pensamientos pudieran ser
visibles como las rocas y los árboles,
que lo que tanto anhelo ya no me haga tan seguro
de las cosas que se mezclan para deshacerse
que mi deseo no me haga sentir tan desdichado.
20 de Agosto de 2006
3 Comments:
At Tuesday, August 22, 2006 12:32:00 PM, Anonymous said…
Muy, pero muy sutil, gracias por haberlo escrito.
At Thursday, September 07, 2006 6:27:00 PM, Rosa Silverio said…
Hermoso, José Alejandro. Me tocó mucho.
Un placer descubrir tu blog. Me gustó mucho lo que leí aquí. Gracias por visitar el mío. Espero que sigamos en contacto.
Recibe un gran saludo,
Ro
At Tuesday, September 26, 2006 5:27:00 AM, Anonymous said…
Un gusto descubrir este manojo de buenos poemas en tu espacio que recorro por primera vez.
Saludos....
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