La maga
La maga me incinera con sus besos de plástico.
Sus senos en forma de caracol despiadado
tiene igual insolencia que las fiebres antárticas.
Sus cabellos son suaves y su voz es de arena.
Su corazón retiene los sonidos del mar.
Su cuerpo me recuerda el compás majestuoso
de una música antigua que sólo los niños
y los ángeles escuchan.
No hay nada comparable a la ruindad del Todo
que por ella es tan simple como las pelusas
del pañuelo o los colores que transmiten señales
de una cosa que no tendrá la forma de la piedra
o del río.
9 de Septiembre de 2006 ***Copyright © José Alejandro Peña***